El chef venezolano Omar Pereney confiesa sus secretos de cocina y habla de su primer restaurante de comida orgánica en Cancún, México.
Desde que tiene uso de razón el chef caraqueño Omar Pereney dice que está cocinando. Su pasión lo ha llevado a ser el tercer venezolano en conducir un programa dirigido al público adolescente en el cual elabora versiones de las recetas aprendidas de sus maestros en la cocina como Sumito Estévez, Héctor Romero, Juan Carlos Bruzual, Paul Lanois y Maria Elisa Rómer, entre otros, acentuando en todos el sabor de la cocina venezolana.
Hoy, con 18 años, habló en exclusiva con Facetas desde Cancún, México, sobre la inauguración (dentro de dos meses) de su restaurante Pereney, con especialidades en cocina de autor y comida orgánica.
También expresó que su éxito y reconocimiento como cocinero a temprana edad (10 años), se los debe a la receta de asado negro de su abuelita, y a su programa televisivo Yo, cocinero transmitido de lunes a a viernes por la cadena televisa El Gourmet.
—¿Cómo hizo para conquistar el paladar de los televidentes siendo tan joven?
—El secreto es hacer lo que te gusta, con amor y sin hacer caso a las críticas destructivas. Sin duda alguna la sazón venezolana me dio la fama desde los 15 años, en el programa Yo, cocinero, por el canal internacional El Gourmet. Es la emisión televisiva de gastronomía más importante y con prestigio de Latinoamérica. Mis recetas venezolanas sencillas, y con ingredientes comunes, cumplieron tres años transmitiéndose desde México hasta Argentina.
—Háblenos de su restaurante en Cancún, México
—Es un proyecto personal de cocina de autor vanguardista. Serviré comida al vacío, con técnicas depuradas a base de productos de altísima calidad. El trasfondo muy lúdico detrás de cada plato, con flores orgánicas, es parte de su atractivo. Junto con la infraestructura edificada encima de un árbol, la decoración en madera y naranja, y que todos los que trabajamos ahí somos menores de 25 años.
—¿Por qué abrir un restaurante en el exterior y no en Venezuela?
—Ya en Venezuela abrí uno hace dos años, pero tuve que cerrarlo por la inseguridad en Caracas, y mis múltiples ocupaciones en el exterior. Escogí Cancún porque es un paraíso muy atractivo desde el punto de vista turístico. Es la puerta del mercado más importante de Latinoamérica, donde se consiguen productos culinarios a bajo costo, con mano de obra calificada, y playas maravillosas con mucha afluencia de americanos y canadienses.
—¿Le queda tiempo para su vida personal?
—Siempre hay tiempo para todo. La cuestión es planificar tu vida y establecer prioridades. Por ahora mi profesión de chef es lo más importante.
—¿Se considera un chef único en su estilo?
—No. Pero sí un amante empedernido por el arte culinario. También me encantan los números, leer, y estudiar. Soy un cocinero emprendedor nato. Como deportista, músico o cantante de una banda de rock hubiera fracasado.
—¿Cuál es su menú predilecto venezolano?
—Cualquier plato de la comida venezolana tradicional. Aunque en mi restaurante Pereney también ofreceré ceviche de atún de aleta amarilla (con patilla prensada al vacío), los exquisitos capuchinos de langosta, el pork belly de cerdo curubu, con el infaltable asado negro de la receta original de mi abuela.
—En materia de postres ¿también oferce propuestas con sello venezolano?
—Los turistas de todo el mundo se deleitarán en mi negocio con la variada degustación de chocolates venezolanos, presentes en el ganache y el budín. También les ofreceré la panacota de yogur griego con vainilla mexicana (bañada con frutos rojos) y uno de los postres favoritos de mi niñez: la marquesa de cambu.
—¿Cree que es un ejemplo para las nuevas generaciones de chef?
—Eso espero. Me dio mucha satisfacción cuando la Universidad del Zulia (LUZ) me llamó para hablar en un simposio de emprendimiento motivacional, a través de una video conferencia. Ahí dejé claro que los entes educativos te forman para ser un empleado, y no para ser el dueño de tu propio negocio. Esa es una realidad que debe cambiar.
—¿Tiene otros planes culinarios en mente?
—Muchos. La idea es abrir varios restaurantes Pereney por todo el mundo. Sigo en el programa internacional Yo cocinero, El Gourmet, que está al aire en su tercera temporada, y faltan la mitad de los capítulos por estrenar. Las grabaciones serán entre Buenos Aires y México.
—¿Cuál es su especialidad culinaria?
La ensalada de Rúgula con Marinada de Miso y Cacahuate. Contiene chile dulce frito, hojuelas de bonito deshidratado (Hond-dashi), mostaza, sal, pimienta, vinagre de vino y aceite de oliva al gusto. Es un excelente plato de entrada, o el acompañante perfecto para cualquier tipo de carne o pollo.
Por: Hugo Carrizales Bravo.
Miércoles 04 de diciembre de 2013 10:07 AM



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